Ahí va otra...

joserra
#4 Coco
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Ahí va otra...

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Al fin un partido político se interesa y denuncia la situación que se vive en el Conservatorio Municipal de Música José Iturbi de Valencia. Compromís ha denunciado el nepotismo de este conservatorio. Los enchufes y favoritismos están en el orden del día y se pueden observar en cualquier asignatura.

Todos los alumnos de este conservatorio (entre los cuales me incluyo) están hartos de esta situación. Son numerosos los ejemplos, aunque sólo citaré los más destacados.

Los libros de solfeo que se utilizan en este conservatorios son los de un profesor del mismo, Vicente Roncero. Los profesores siempre nos han comentado que hasta que ese profesor no se jubile o se marche del conservatorio, seguirán siendo obligados. Además, hace unos años se añadió otro libro de solfeo, los autores son profesores del conservatorio. Está prohibido hacer fotocopias de estos manuales, ya que te pueden expulsar de la clase. A su vez, son muchos los profesores que se quejan de que el libro de Roncero no tiene los contenidos adecuados y sus ejercicios son inapropiados, así como que tiene muchos errores. Pero este libro es obligado en el Conservatorio, y en la mayoría de escuelas de Valencia, ya que para acceder al conservatorio y hacer la prueba hay que llevar ese libro original y todas las escuelas de música se tienen que adaptar a ese contenido.

Por otro lado, encontramos el favoritismo en las pruebas de acceso al Grado Elemental y al Grado Profesional. Un ejemplo: hace unos cuantos años no se ofertaron plazas de violín, pero una chica que tocaba el violín consiguió entrar. ¿Como? Era la hija de un reputado profesor del conservatorio. Todos los hijos de los profesores han accedido, muchos de ellos sin tener la edad necesaria.

Por desgracia, estos privilegios se dan en la mayoría de conservatorios. También resulta descarado en el Conservatorio Superior de Música de Valencia.

También es habitual que los profesores den trabajo a sus hijos, a pesar de que es un Conservatorio que depende del ayuntamiento. Por ejemplo, la hija del antiguo jefe de estudios trabaja en el conservatorio.


Salvador Chulia
Pero el caso más llamativo es el de Salvador Chulia. Hasta hace 4 años, la asignatura de orquesta y banda la impartían tres profesores diferentes. Pero hace 4 años el hijo de Salvador, Vicente Chulia, acabó el Grado Superior de Música, y Salvador Chulia quiso que entrara a trabajar inmediatamente, ya que pronto se jubilaría y tenía que asegurarse la sucesión. Por lo tanto, convocó las pruebas con rapidez y sólo se presentaron tres candidatos. Los profesores ya sabían lo que pasaba, y había una especie de tratos internos. Las pruebas se dividían en tres partes y los resultados fueron descarados. El hijo de Salvador obtuvo tres sobresalientes, mientras que los otros dos candidatos fueron suspendidos con un 2 y un 3. Alumnos miembros de la orquesta que estaban en la prueba me han confirmado numerosas veces que no fue el que mejor lo hizo, pero aún así, obtuvo la máxima calificación. De esta manera, Salvador consiguió que su hijo Vicente entrara a trabajar y le dio la batuta para dirigir TODOS los grupos de orquesta y de banda así como clases de cámara. Con 23 años y con la carrera recién terminada, Vicente Chulia se convirtió en el director de la banda y de la orquesta del conservatorio.

Así el nepotismo comienza a agravarse. El repertorio que se toca en esta asignatura está compuesto mayoritariamente por la familia Chulia y allegados. Los conciertos siempre son homenajes a Salvador Chulia y Vicente Chulia, con ovaciones de aplausos para ellos.

Se hacen conciertos homenaje a la policía e incluso se hizo un concierto homenaje a un aniversario de El Corte Inglés. En mi opinión, esto no está dentro del plan educativo.

Como denuncia la concejala de Compromís, “la utilización en beneficio propio de estos alumnos por el director y por el hijo, profesor de estas asignaturas, es total” y “llega a ser tiránica”. “Ensayos a deshoras, extraordinarios, incluso en fechas de exámenes, y todo supeditado por el hijo con amenazas con la nota final. Quien no toca en la Banda, finalmente acaba suspendiendo, quien toca en la Banda pero falta a los ensayos, también”, asegura la concejala de Compromís.

La actitud del director hacia los alumnos es propia de un déspota. En su opinión, su asignatura es la más importante, y


Vicente Chulia
por ello si hay que saltarse exámenes o clases de la facultad no importa. Fija ensayos extraordinarios para los conciertos cuando él lo cree conveniente. Por ejemplo, en junio de 2011, en plenos exámenes de instituto, de selectivo y de universidad, fijó una batería de ensayos (casi todos los días) obligados (pasando lista) y extraordinarios. Estos ensayos van con amenazas de suspensos y con gritos.

Su actitud en las clases es igual. Pone exámenes cuando se enfada y habla a los alumnos como si fueran objetos. Suele dejar en ridículo a los miembros de la orquesta y de la banda, ya sea en los ensayos o en los conciertos. Los exámenes constan de una parte de teoría y la práctica consiste en tocar un fragmento tu sólo de una obra que se haya ensayado, normalmente el fragmento más difícil En función de este examen y de la asistencia a los ensayos se pone la nota.

Por otra parte, el repertorio de obras siempre es el mismo, y es ya conocido por dos generaciones del conservatorio.

El plan de Salvador era jubilarse cuando su hijo llevara uno o dos años trabajando, para que él siguiera como director del Conservatorio. Pero algunos profesores no se lo pusieron fácil. Llegó hasta el punto de manipular unas elecciones, que quedaron anuladas. A día de hoy sigue como director, y no se irá hasta que consiga colocar a su hijo en la junta directiva.

Por otra parte, la vinculación que tiene la junta directiva, y en particular Salvador Chulia, con el ayuntamiento de Rita Barbera es notable. En 2009, el Conservatorio José Iturbi repartió folletos en contra del aborto. Se trataba de los folletos de la campaña emprendida por la Conferencia Episcopal Española contra la reforma de la ley del aborto. Se trataba del polémico montaje de un bebé junto a un lince en el que se indica «lince protegido».

Según denunció el padre de uno de los alumnos del citado centro, los carteles están en el mostrador de atención al cliente, en la entrada del edificio, lo que considera «intolerable, ya que se trata de un establecimiento público financiado con fondos públicos».«El director del conservatorio no permite que en el tablón de anuncios se cuelgue nada que no sea compraventa de instrumentos o conciertos y, sin embargo, tolera los carteles contra el aborto», indicó.

Los alumnos no pueden expresar su opinión sobre esta situación por miedo a lo que pueda pasar. La mayoría de músicos no disfrutan bajo la batuta de Vicente Chulia y muchos se han dejado la música o se han cambiado de conservatorio. A los demás, solo nos queda callarnos y aguantar hasta que la junta directiva cambie y se normalice la situación.

Mireia Campillos
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